Fuente: http://www.marca.com/2009/04/07/motor/formula1/1239120415.htmlFaltar a la verdad con los comisarios del Gran Premio de Australia puede traerle a McLaren y a Lewis Hamilton más problemas que la simple descalificación.
La escudería inglesa ha sido invitada a comparecer en el Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automovilismo que tendrá lugar el próximo 29 de abril en París para responder de los cargos que se le imputan, que se resumen en la violación del artículo 151 c del código deportivo internacional.
No rectificó aunque perjudicaba a Toyota
La FIA expone en un comunicado que el 29 de marzo McLaren aseguró que no había dado órdenes a Hamilton de dejarse superar por Trulli cuando ambos rodaban tras el coche de seguridad, declaración que apoyó el piloto inglés pese a saber que era falsa.
La FIA deja entrever que hubo mala fe por parte de McLaren, ya que no hizo ningún esfuerzo por rectificar pese a saber que, como resultado directo de esta falsa declaración, Toyota y Trulli habían sido sancionados (Jarno perdió el tercer puesto).
El comunicado de la FIA recuerda que, en una segunda audiencia que tuvo lugar el 2 de abril en Malasia, McLaren mantuvo su declaración original pese a que las comunicaciones por radio de los dos equipos evidenciaban que era falsa.
Le costó el puesto al director deportivo
Por todo ello, no sería extraño que hubiera nuevas sanciones para el equipo de Martin Whitmarsh y el propio Lewis Hamilton. La violación del artículo 151 c se castiga con sanciones económicas y temporales, la más grave de las cuales es la exclusión del campeonato. El código deportivo de la FIA entiende como ruptura de las reglas las conductas que perjudican los intereses de cualquier competición del motor en general.
Hay que recordar que la mentira de McLaren le costó el cargo a Dave Ryan, director deportivo del equipo.
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