Bill Hunt ha escrito hoy un editorial en el que comenta que bastantes lectores, que acaban de entrar en el Blu-ray, se están quejando de "ruido" en la imagen, en las películas antiguas que están editadas en Blu-ray. Y lo que están viendo es el grano de la imagen. Es posible que no hayan visto películas antiguas en un cine y no sean conscientes de que las películas se ruedan en soporte fotoquímico, y que cada fotograma se compone de diminutas partículas de plata. El grano no es un defecto en el disco. Sin embargo, muchas personas piensan que las películas antiguas deben estar tan impolutas como las modernas.
Este va a ser probablemente uno de los aspectos conflictivos del Blu-ray. Los aficionados y los estudios deben explicar esto a los consumidores. Actualmente, en respuesta a la reacción del público, los estudios están aplicando cantidades excesivas de reducción digital de ruido a las películas de catálogo (y a veces también a las novedades) para eliminar el grano. En otros casos, directamente no las editan para evitar una reacción adversa.
A continuación traduzco una parte del último párrafo:
Esta cuestión no es privativa del Blu-ray: va a afectar a todas las presentaciones en alta definición de una película antigua, si lo permitimos. Los amantes del cine (y los responsables de los estudios que realmente aprecien y respeten la integridad de las películas hechas hace un tiempo) necesitan empezar en serio a educar sobre este asunto a todos: nuevos consumidores de Blu-ray, amigos y familiares, otros empleados del estudio. Una película debe parecer una película. ¡Los títulos antiguos en Blu-ray no tienen por qué tener un aspecto perfecto, como si los hubiesen rodado ayer en vídeo! La presentación en Blu-ray debería reproducir lo más fielmente posible la mejor proyección de la película en su estreno en salas. Ese es el objetivo, y no otro. Lo digo ahora mismo: este es un asunto importante, como antes lo fueron en el DVD la mejora anamórfica y la presentación de las películas en su formato original.
