Fuente.
¿De verdad sabemos qué clase de gente nos protege?, ¿de verdad sabemos si nuestra seguridad está en buenas mano?, ¿qué se puede esperar cuando unos policias se toman su trabajo como un juego?
Este es un claro ejemplo de ello. Vamos a Polk, Florida (EE.UU.): allí un grupo de policías antidroga irrumpen en el hogar de un traficante para buscar armas, estupefacientes y mercancías robadas. El registro va bien hasta que uno de ellos ve algo encima de una mesa.
“Capitán DiMario, aquí hay una videoconsola de esas, una Wii” podría haber dicho uno de los agentes.
En ese momento los agentes dejan todo y se colocan alrededor de la máquina. ¿Quizá piensan que es robada? Uno la manipula. ¿Quizá piensa que dentro puede haber algún mecanismo oculto que active una bomba? Uno de ellos agarra un mando… y pasa esto.
Sí. Los agentes dejan de lado su deber y se ponen a jugar a los bolos con la videoconsola. Nadie iba a notarlo, después de todo.
Sin embargo, nadie sabía que había una cámara filmando. Así, la pasma fue rodada batiendo records y su imagen difundida por una televisión local. Gracias a Dios no había ningún videojuego de simulación de donuts, que si no la hubiesen liado todavía más.
En estos momentos semejantes nidos de corrupción podrían ser sancionados. Imaginad que un día paran a algún peligroso criminal en un control de carretera y saca el Mario Kart para sobornar al poli… ¡La perdición!
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¿De verdad sabemos qué clase de gente nos protege?, ¿de verdad sabemos si nuestra seguridad está en buenas mano?, ¿qué se puede esperar cuando unos policias se toman su trabajo como un juego?
Este es un claro ejemplo de ello. Vamos a Polk, Florida (EE.UU.): allí un grupo de policías antidroga irrumpen en el hogar de un traficante para buscar armas, estupefacientes y mercancías robadas. El registro va bien hasta que uno de ellos ve algo encima de una mesa.
“Capitán DiMario, aquí hay una videoconsola de esas, una Wii” podría haber dicho uno de los agentes.
En ese momento los agentes dejan todo y se colocan alrededor de la máquina. ¿Quizá piensan que es robada? Uno la manipula. ¿Quizá piensa que dentro puede haber algún mecanismo oculto que active una bomba? Uno de ellos agarra un mando… y pasa esto.
Sí. Los agentes dejan de lado su deber y se ponen a jugar a los bolos con la videoconsola. Nadie iba a notarlo, después de todo.
Sin embargo, nadie sabía que había una cámara filmando. Así, la pasma fue rodada batiendo records y su imagen difundida por una televisión local. Gracias a Dios no había ningún videojuego de simulación de donuts, que si no la hubiesen liado todavía más.
En estos momentos semejantes nidos de corrupción podrían ser sancionados. Imaginad que un día paran a algún peligroso criminal en un control de carretera y saca el Mario Kart para sobornar al poli… ¡La perdición!
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