Este fin de semana se produjo un hecho curioso: en 3ª División, un árbitro suspende un partido porque escucha un anuncio por megafonía en el que se alerta de un problema con un automóvil.
3ª División, grupo XIII, el de la Región de Murcia. Encuentro Jumilla contra Puente Tocinos. Corre el minuto 18 de la segunda parte cuando por la megafonía del estadio se escucha algo así como “Se informa al propietario de un Audi A4 con matrícula… que debe presentarse lo antes posible ante la Policía local” Y de repente, el colegiado para el encuentro y sale corriendo como una exhalación a la banda, donde se dirige al policía allí situado y junto a él y al delegado de campos entra rápidamente a los vestuarios.
Tras 8 interminables minutos, el colegiado vuelve al terreno de juego y reanuda el partido, que acaba con victoria para los locales del Jumilla por 2 a 1. Pero esto no sería noticia de no ser por las razones que obligaron al trencilla a detener el partido: unos desaprensivos le había reventado una luna del coche y se habían llevado su teléfono móvil. De no ser porque el árbitro llamó enseguida desde el teléfono del delegado de campo y anuló su línea, el palo hubiera sido gordo, ya que los ladrones habían hecho varias llamadas internacionales, concretamente a Marruecos.
3ª División, grupo XIII, el de la Región de Murcia. Encuentro Jumilla contra Puente Tocinos. Corre el minuto 18 de la segunda parte cuando por la megafonía del estadio se escucha algo así como “Se informa al propietario de un Audi A4 con matrícula… que debe presentarse lo antes posible ante la Policía local” Y de repente, el colegiado para el encuentro y sale corriendo como una exhalación a la banda, donde se dirige al policía allí situado y junto a él y al delegado de campos entra rápidamente a los vestuarios.
Tras 8 interminables minutos, el colegiado vuelve al terreno de juego y reanuda el partido, que acaba con victoria para los locales del Jumilla por 2 a 1. Pero esto no sería noticia de no ser por las razones que obligaron al trencilla a detener el partido: unos desaprensivos le había reventado una luna del coche y se habían llevado su teléfono móvil. De no ser porque el árbitro llamó enseguida desde el teléfono del delegado de campo y anuló su línea, el palo hubiera sido gordo, ya que los ladrones habían hecho varias llamadas internacionales, concretamente a Marruecos.