Conviene decir de entrada que si se pregunta de forma individual a los siete personajes que mandan y ordenan en los temas deportivos del FC Barcelona (Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, Pep Guardiola, Andoni Zubizarreta, Antoni Rossich, Raül Sanllehí y Tito Vilanova) por su opinión sobre el fichaje de Cesc Fàbregas, la respuesta sería unánime. A todos les encanta Cesc y les agradaría verlo vestido de azulgrana, pero una cosa es la ilusión y otra muy distinta es la realidad. ¿Qué sucede? El hecho de que haya otros clubs que estén encareciendo su fichaje (su cotización esta ahora en 60 millones de euros), es la razón por la que Cesc se aleja cada día más del Barça.
¿Que tendría que hacer Cesc para facilitar el fichaje al FC Barcelona?
Tendría que rebajar sus pretensiones el Arsenal y otro tanto tendría que reducir sus exigencias económicas el jugador a la hora de firmar su contrato.
¿Habría que tirar la casa por la ventana para ficharlo? La respuesta es complicada porque Guardiola no puede garantizarle la titularidad, ya que Xavi e Iniesta seguirían siendo indiscutibles y entonces, ¿dónde ubicaríamos a Cesc? Es más, ¿cómo se vende a la afición un fichaje que llega para estar en el banquillo? o ¿sería capaz el jugador de ser suplente? ¿Cómo y quién lo vende de esta manera al socio?
¿Qué pasaría con Thiago y Afellay, dos jugadores que van para cracks? ¿Quedarían relegados a la suplencia del suplente Cesc? Por todo ello, ahora se puede decir que el fichaje de Fàbregas está cada vez menos próximo, por no decir más lejano.
¿Miedo a que se vista de blanco? Nos consta que Cesc lo tiene muy claro: si se mueve del Arsenal es sólo para ir al Barça. Su padre ya ha anunciado que al Madrid no irá. Otra cosa será si hablamos de fichar al capitán del Arsenal para dentro de dos años. Cesc termina contrato en enero del 2015 y cada año su precio irá a la baja, así que todo parece indicar que habrá que esperar...
